El 3 es el número mágico, seguramente porque desde pequeños nos inculcan que el número tres es algo especial. Los cuentos clásicos ya nos introducen en el tema: los tres cerditos, los tres mosqueteros, los tres reyes magos…. Incluso cuando echábamos una carrera decíamos y decimos: “preparados, listos, ¡ya!”. Tres. En las olimpiadas hay medallas para el primero, el segundo y el tercero, otra vez tres.
¿Y qué tiene que ver esto con las presentaciones? Pues tiene que ver no sólo con las presentaciones, si no con las obras de teatro, el cine y cualquier otra manifestación artística. Generalmente la estructura de estas obras son las tres archiconocidas de planteamiento, nudo y desenlace, que tanto nos engancha.
Sería fantástico aplicar esto a las presentaciones, desde luego tendríamos presentaciones mucho más memorables y que nos engancharían desde el principio hasta el final. Piensa en aplicar esto en tu próxima presentación.
Aunque las presentaciones en general no tengan esta estructura, sí que tienen tres partes fundamentales, un comienzo, un desarrollo y un final. De ellas, la primera y la última son fundamentales, un buen comienzo facilita mucho el devenir de la presentación y un final potente hace la presentación inolvidable.
Por último, comentarte un recurso relacionado con la comedia, muy útil si quieres incluir gags en tus presentaciones: la regla de tres. En cualquier monólogo que escuches seguro que en algún momento aparece este recurso. Consiste en dar una relación de tres cosas, las dos primeras relacionadas y la última que no tiene nada que ver. En el libro “La anatomía del chiste” (el cual te recomiendo fervientemente) aparece una variación muy interesante, en la cual la última relación busca un significado homónimo con el planteamiento previo. Como seguramente no se ha entendido nada, para muestra un botón. Hay tres cosas en la vida que nos son seguras: los sueños, los éxitos y las acciones del Popular. Las dos primeras tienen relación y la tercera no, pero hace referencia a la palabra “seguras”.
Te dejo un monólogo en el que puedes ver varios ejemplos de la regla de tres
Cuando lo veas mejor que no haya niños delante. Que lo disfrutes.
