En una presentación la parte más memorable es sin duda el final. Lo siguiente que más recordará tu auditorio es el principio. Esto no quiere decir que la parte media, la “carne” de la presentación, se olvide. En el enlace puedes ver varias formas originales de empezar una presentación https://goo.gl/n6DV1M.
El final de la presentación debe ser de lo primero que tenemos que tener claro en la planificación de la misma. Al igual que con un gps, es más fácil organizar la ruta cuando sabemos a dónde nos dirigimos.
Citas, citas y más citas.
Podemos finalizar mediante una cita que condense todo o parte del mensaje que hemos transmitido en la presentación. En este enlace tienes sugerencias respecto a esta temática https://goo.gl/cWh4xK. Piensa en una cita que resuma la idea principal o la llamada a la acción que quieres conseguir. Igual que con una buena película, la presentación tiene que tener una conclusión, una cita es una buena forma de comunicarla.
Resumiendo el contenido de la presentación.
Una buena forma de hacer que las ideas se fijen en la mente de los espectadores es la repetición. Si recordamos los principales puntos de la presentación mejorará la retención de esta en nuestra audiencia. Esta, debe incluir la idea principal de la presentación y la llamada a la acción.
Contando una historia.
Nos encanta oír historias, sobre todo cuando son vividas, y no copiadas para la ocasión. Podemos narrar una anécdota que tenga relación con la presentación, sin duda será una magnífica forma de finalizar. Esa historia además debería “tocar la patata”. Seguramente los espectadores no recordarán todo lo que has dicho, pero seguro que recuerdan lo que les has hecho sentir. Si has utilizado la técnica del storytelling en el principio de la presentación también puedes hacer referencia a ese cuento para cerrar la misma y transmitir la idea principal o la llamada a la acción. Otra técnica es no acabar de contar la historia al principio y concluirla al final junto con el mensaje.
Haciendo algo inesperado.
Si te gusta algún arte escénico, te sientes cómodo y te atreves, te animo a que termines tus presentaciones con algo que te apasione. Puede ser cantar una canción, recitar un poema, contando un chiste… ¿nunca has visto esto?. Si lo hubieras visto seguro que no lo olvidarías, con lo que nuestro objetivo de hacerlo memorable se habría cumplido.
