Entorno histórico
Después de que Tesla patentara su motor de inducción, y tras la presentación de su versión del “huevo de Colón” Tesla y sus socios, Brown y Peck, consiguieron vender la patente y los derechos de fabricación a Westinghouse. Puedes ver esta información en https://goo.gl/RS4pC3. Westinghouse firmó un contrato por un valor de 200000 $ en un período de 10 años. Esto incluía unos royalties de 2,5 $ por cada CV de potencia, de cada motor que construyera Westinghouse.
Después Tesla pasó una temporada en Pittsburg, tratando de perfeccionar su motor, trabajando para Westinghouse. Tras esto,Tesla decidió seguir un nuevo ideal. Durante el verano de 1889 Tesla viajó a París, como parte de la AIEE, a la exposición Universal. En esta, Tesla tuvo la gran oportunidad de ver las numerosas presentaciones sobre novedades en el sector eléctrico.
En París, Tesla asistió a una presentación que trataba de la vibración de diafragmas. Aquí se le mostró la teoría de las ondas electromagnéticas de Hertz. Esto supuso a Tesla un campo virgen por descubrir.
En su laboratorio de Nueva York Tesla intentó repetir los experimentos realizados por Hertz. El experimento original consistía en una batería con un interruptor que alimentaba una bobina. Tesla incorporó notables mejoras, como la inclusión de un generador de alta frecuencia, que sustituía al interruptor mecánico inicial. Introdujo otra serie de modificaciones para crear su famosa bobina Tesla.
En el invierno del 1890-91 Westinghouse empezó a tener problemas financieros. Le pidió a Tesla rescindir el contrato. Cuentan, que era tal la admiración de Tesla por Westinghouse, que Tesla directamente rompió el contrato en su presencia. También cuentan que Tesla prefirió dejar esta puerta abierta y tratar directamente con Westinghouse en lugar de con sus inversores.
Un verdadero mago
El 20 de mayo de 1891 Tesla dio una conferencia en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Para esta presentación Instaló en uno de sus generadores de alta frecuencia movido por un motor eléctrico cuya velocidad controlaba desde el escenario, de manera que podía variar así la frecuencia de las ondas generadas.
Es curioso que Hertz vio aplicación de las ondas electromagnéticas a la comunicación sin hilos mientras que Tesla la vio a la iluminación sin hilos. La revista Electrical Review, publicó de la conferencia de Tesla lo siguiente: “Tesla parecía hacer el papel de un verdadero mago. Daba lo mismo si las lámparas estaban en la mesa, o en contacto con uno de los terminales del generador, o si Tesla las tenía en sus manos y en contacto con cada uno de los polos, en cualquier caso los filamentos estaban encendidos, para el supremo deleite de los espectadores …».
Presentaciones en Londres
El 3 de febrero de 1892 Tesla dio una conferencia para la Institución de Ingenieros Eléctricos. Viendo que el auditorio iba a ser considerable, cambiaron el escenario de la Institución de Ingenieros Civiles (con un aforo de 400 personas) a la Institución Real (con un aforo de 800 personas).
Tesla empezó su conferencia con un tubo de vacío en una mano. Agarrando uno de los polos del generador, el tubo se iluminó de principio a fin, a modo de varita mágica. Sobre una plataforma aislada Tesla tocó con una mano uno de los polos y acercó la otra al otro, saltaron chispas. El no sufrió ningún daño, al tiempo que decía “¿hay algo más fascinante que el estudio de la corriente alterna?”. Ante eso la audiencia respondió con un fuerte aplauso. No está mal esta forma de empezar una presentación. En esta presentación Tesla ejecutó otras maravillas, una de ellas, un homenaje a Lord Kelvin, con un tubo de vacío que rezaba William Thomson (Lord Kelvin).
Un comentario en la revista “Nature” rezaba: «Tesla mostró una maravilla detrás de otra, el interés de la audiencia se transformó en entusiasmo. Cautivada por su modestia y encanto, la audiencia ignoró su inglés y sus imperfectas explicaciones que no fueron en detrimento de su éxito. Su maravillosa capacidad como experimentador fue evidente e inevitable».
Desde luego, una presentación a la que nadie debió dejar indiferente y muy avanzada para su época.
